El mejor TRATAMIENTO para la CONDROMALACIA ROTULIANA

Seguramente en el momento en que leas cuál es el mejor tratamiento para la condromalacia rotuliana, salgas de aquí buscando otra respuesta.

Tranquilo/a, yo también busqué soluciones mágicas. Por suerte o por desgracia, no las hay. Bueno, si las hay, pero requieren de esfuerzo y constancia.

Y la verdad es que aquí encontrarás todo lo que debes saber (es un espacio dedicado única y exclusivamente a la condromalacia rotuliana), el problema es que lo que debes saber, seguramente no te va a gustar.

Pues bien, el mejor tratamiento no es ninguna pastilla, ninguna máquina, ni tratamiento de última generación o de moda, ninguna operación (en casos muy excepcionales podría serlo), ninguna infiltración de ningún tipo (puede ayudar por un tiempo, pero no es más que un parche) y ningún brebaje mágico.

Poción mágica

El mejor tratamiento es el ejercicio físico y te explicaré el por qué. Antes de nada, es interesante que conozcas bien esta lesión: Lo que no te han contado sobre la Condromalacia Rotuliana.

Todo lo que te presento a continuación es lo que le sucede a tu cuerpo si haces ejercicio físico:

  1. Fortalecimiento muscular
  2. Nutrir y favorecer la recuperación del cartílago
  3. Liberación de endorfinas
  4. Modulación del sistema nervioso central
  5. Cambios en la plasticidad cerebral
  6. Aumento de la producción de serotonina
  7. Aumento de la producción de dopamina
  8. Mejora de la circulación sanguínea
  9. Mejora de la función del sistema inmunológico
  10. Reducción de la inflamación
  11. Reducción del estrés y la ansiedad
  12. Liberación de hormonas del crecimiento
  13. Mejora del sueño

1. FORTALECIMIENTO MUSCULAR

Una de las causas más frecuentes y si no es la causa, acaba convirtiéndose en un problema, está relacionada con debilidades en ciertos músculos. Músculos que evidentemente hay que trabajar para que recuperen su fuerza y su función. Aquí encontrarás información al respecto.

El fortalecimiento muscular te puede ayudar a reducir la sobrecarga en las articulaciones y a mejorar la estabilidad, lo que puede reducir el dolor en las articulaciones. Además, también te puede ayudar a prevenir lesiones y a mejorar la capacidad para realizar las actividades diarias.

Tener un buen tono muscular es necesario para tener una buena postura y esto puede reducir la tensión y el estrés en los músculos y las articulaciones, lo que puede reducir el dolor.

Por otro lado, hay ciertos músculos que si no se entrenan tienden a debilitarse, provocando que otros músculos que siempre reciben tensión, entrenes o no, reciban aún más tensión y acaben provocando dolor. Qué casualidad que algunos de estos músculos que requieren de entrenamiento sean el cuádriceps y los glúteos.

En conclusión, el fortalecimiento muscular es importante para reducir el dolor por condromalacia rotuliana y cualquier dolor crónico. El ejercicio físico puede mejorar la estabilidad y prevenir lesiones, reducir la tensión muscular y la compresión de las articulaciones y los nervios, lo que puede reducir la sensación de dolor y mejorar la calidad de vida.

Músculos tren inferior

2. NUTRIR Y FAVORECER LA RECUPERACIÓN DEL CARTÍLAGO

El cartílago articular es un tejido conectivo que cubre la superficie de los huesos en las articulaciones y tiene un papel crucial en la amortiguación de las fuerzas de compresión y en la transmisión de la carga en las articulaciones. El cartílago se nutre, es decir, tiene capacidad de regenerarse, con la compresión y la descompresión. Para que esto sea posible, es necesario que tu rodilla se someta a movimiento y a cargas (evidentemente progresivas).

Imagina una esponja, la manera de conseguir que entre y salga agua es comprimiendo y descomprimiendo. El cartílago funciona de forma parecida. No hay vasos sanguíneos que irriguen el cartílago y en consecuencia que le aporten nutrientes. La forma que tiene el cartílago de nutrirse es con el bombeo del líquido sinovial a través de fuerzas de compresión – descompresión.

No solo eso, el ejercicio físico puede favorecer la recuperación del cartílago articular al estimular la producción de células y tejido conectivo. Por ejemplo, estudios han mostrado que el ejercicio físico puede aumentar la producción de ácido hialurónico, una sustancia que es un componente importante del líquido sinovial que lubrifica las articulaciones y que se ha demostrado que favorece la salud del cartílago articular.

También se ha demostrado que el ejercicio físico puede reducir la inflamación en las articulaciones y los tejidos circundantes, lo que puede contribuir a la salud del cartílago articular.

Estos mecanismos pueden contribuir a la reducción del dolor crónico y a la mejora de la función articular en personas con enfermedades degenerativas del cartílago.

3. LIBERACIÓN DE ENDORFINAS

Las endorfinas son neurotransmisores naturales producidos por el cuerpo que se unen a los receptores opioides en el cerebro y la médula espinal, y tienen un efecto analgésico y eufórico similar al de los opiáceos.

Durante el ejercicio físico, el cuerpo libera endorfinas en respuesta al estrés fisiológico inducido por el ejercicio. La liberación de endorfinas aumenta con la intensidad y la duración del ejercicio, y puede contribuir a la sensación de bienestar y la reducción del dolor después del ejercicio.

Se ha demostrado que la liberación de endorfinas durante el ejercicio puede reducir la percepción del dolor y mejorar el estado de ánimo. Además, puede tener un efecto analgésico duradero, ya que las endorfinas pueden permanecer en el cuerpo durante varias horas después del ejercicio.

4. MODULACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

El sistema nervioso central (SNC) juega un papel importante en la percepción del dolor. Cuando una señal de nocicepción es generada en el sitio de la lesión o inflamación, esta señal es transmitida a través de las fibras nerviosas al SNC, donde se procesa y se genera la percepción del dolor. El SNC es capaz de modificar la percepción del dolor a través de la modulación de la actividad de las vías nociceptivas en respuesta a diferentes estímulos.

El ejercicio físico puede tener un efecto modulador en el SNC y en «las vías del dolor». Se ha demostrado que el ejercicio puede reducir la actividad de las vías nociceptivas en el SNC, lo que puede disminuir la percepción del dolor. Esta modulación puede ocurrir a través de varios mecanismos, como la activación de vías neuronales inhibitorias, la liberación de neuromoduladores y la reducción de la excitabilidad neuronal.

Por ejemplo, el ejercicio físico puede activar las vías neuronales inhibitorias descendentes en el SNC, que pueden reducir la transmisión de la señal de dolor y disminuir la percepción del dolor. Estas vías neuronales inhibitorias incluyen el sistema opioide endógeno, el sistema del ácido gamma-aminobutírico (GABA) y el sistema serotonérgico. La activación de estos sistemas puede tener un efecto analgésico y reducir la percepción del dolor.

Además, el ejercicio físico puede estimular la liberación de neuromoduladores, como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, que pueden tener efectos analgésicos y reducir la percepción del dolor. Estos neuromoduladores pueden actuar directamente sobre «las vías del dolor» en el SNC y reducir su actividad.

Por último, también puede reducir la excitabilidad neuronal en el SNC, lo que puede disminuir la percepción del dolor. Se ha demostrado que el ejercicio puede reducir la actividad eléctrica en las áreas cerebrales involucradas en la percepción del dolor, lo que puede disminuir la sensación de dolor. Además, el ejercicio físico puede aumentar la producción de factores neurotróficos, que son proteínas que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células nerviosas, lo que puede mejorar la función del SNC y su capacidad para regular la percepción del dolor.

5. CAMBIOS EN LA PLASTICIDAD CEREBRAL

El cerebro es un órgano plástico, lo que significa que tiene la capacidad de cambiar y adaptarse en respuesta a estímulos y experiencias. El ejercicio físico regular se ha relacionado con cambios positivos en la plasticidad cerebral, lo que puede contribuir a la reducción del dolor y la mejora de la función cognitiva.

Uno de los principales mecanismos a través del cual el ejercicio físico puede influir en la plasticidad cerebral es la neurogénesis, que es el proceso de formación de nuevas células nerviosas en el cerebro. Se ha demostrado que el ejercicio físico aumenta la producción de nuevas células nerviosas en el hipocampo, una estructura cerebral importante para la memoria y el aprendizaje. Además, el ejercicio físico puede mejorar la supervivencia y la maduración de las nuevas células nerviosas.

El ejercicio físico también puede aumentar la producción de factores neurotróficos, como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que son proteínas que ayudan a promover el crecimiento y la supervivencia de las células nerviosas. Se ha demostrado que el BDNF es importante para la plasticidad cerebral y se ha relacionado con la mejora de la memoria y el aprendizaje.

Otro mecanismo a través del cual el ejercicio físico puede influir en la plasticidad cerebral es la modulación de la actividad de las ondas cerebrales. Se ha demostrado que el ejercicio físico regular puede aumentar la actividad de las ondas cerebrales en las regiones del cerebro implicadas en la atención, la memoria y el procesamiento sensorial. Esto puede contribuir a una mayor plasticidad cerebral y una mejora en la función cognitiva.

Sistema nervioso

6. AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN DE SERETONINA

La serotonina es un neurotransmisor que se encuentra en el cerebro y el sistema nervioso entérico, y desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y la percepción del dolor.

Durante el ejercicio físico, el cuerpo aumenta la producción de serotonina en el cerebro, lo que puede contribuir a la reducción del dolor. La serotonina se libera en el cerebro y se une a los receptores de serotonina, lo que reduce la percepción del dolor y mejora el estado de ánimo.

Además, el aumento de la producción de serotonina durante el ejercicio físico también puede tener otros efectos beneficiosos, como la reducción del estrés y la ansiedad, y la mejora del sueño. Estos efectos pueden contribuir a la reducción del dolor y mejorar la calidad de vida en personas que sufren de dolor crónico.

7. AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN DE DOPAMINA

La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en el cerebro y juega un papel importante en la regulación del movimiento, la motivación y el estado de ánimo.

Durante el ejercicio físico, el cuerpo aumenta la producción de dopamina en el cerebro. Esto se debe a que el ejercicio activa el sistema de recompensa del cerebro, que libera dopamina en respuesta a las señales de placer y recompensa.

La dopamina puede reducir la percepción del dolor al disminuir la actividad en las «vías de dolor» en el cerebro y aumentar la actividad en las «vías de recompensa». Además, la dopamina también puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede tener un efecto positivo en la percepción del dolor.

8. MEJORA DE LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA

Cuando una persona realiza ejercicio físico, los músculos se contraen y se relajan, lo que aumenta el flujo sanguíneo a los músculos y a otras partes del cuerpo. El aumento del flujo sanguíneo puede tener varios efectos beneficiosos que ayudan a reducir el dolor.

En primer lugar, el aumento del flujo sanguíneo mejora el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos, lo que puede ayudar a acelerar la recuperación de lesiones y a reducir la inflamación. La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a la lesión o a la infección, pero si es excesiva o crónica, puede contribuir al dolor y a otros problemas de salud.

Además, el aumento del flujo sanguíneo puede estimular la liberación de sustancias que ayudan a reducir el dolor, como las endorfinas y los opioides endógenos. Estas sustancias pueden unirse a los receptores opioides en el cerebro y en la médula espinal para inhibir la transmisión de señales de dolor.

El aumento del flujo sanguíneo también puede ayudar a reducir la rigidez muscular y articular, lo que puede mejorar la movilidad y reducir el dolor asociado con la rigidez. Además, ayuda a eliminar los productos de desecho y las toxinas acumuladas en los tejidos, lo que puede contribuir a la reducción del dolor.

9. MEJORA DE LA FUNCIÓN DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO

Varios estudios han demostrado que el ejercicio regular puede aumentar la eficacia del sistema inmunológico en la lucha contra las enfermedades e infecciones.

Una de las maneras en que el ejercicio mejora la función inmunológica es a través del aumento de la circulación sanguínea, lo que lleva a una mejor distribución de las células inmunitarias y nutrientes necesarios para el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, el ejercicio puede aumentar la producción de proteínas de señalización en el cuerpo, como las citoquinas, que juegan un papel importante en la función del sistema inmunológico.

El ejercicio también puede aumentar el número y la actividad de células inmunitarias específicas, que son importantes para la respuesta inmune del cuerpo. También reduce los niveles de hormonas del estrés como el cortisol, que pueden afectar negativamente la función del sistema inmunológico.

10. REDUCCIÓN DE LA INFLAMACIÓN

La inflamación es una respuesta del sistema inmunológico a una lesión o infección, que puede causar dolor y daño tisular. El ejercicio físico puede tener un efecto antiinflamatorio en el cuerpo, reduciendo la inflamación y mejorando la recuperación de lesiones.

Se ha demostrado que el ejercicio físico regular puede mejorar la producción de mediadores antiinflamatorios, como la interleucina-10 (IL-10), que actúa para reducir la inflamación. Además, el ejercicio puede aumentar la expresión de genes que codifican proteínas con propiedades antiinflamatorias.

Otro mecanismo a través del cual el ejercicio físico puede reducir la inflamación es mediante la reducción de la producción de citocinas proinflamatorias.

Además, el ejercicio físico puede mejorar la función del sistema inmunológico y reducir el estrés oxidativo, lo que también puede contribuir a la reducción de la inflamación.

11. REDUCCIÓN DEL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD

El ejercicio puede reducir los niveles de hormonas del estrés como el cortisol, que pueden contribuir al estrés crónico y la ansiedad. Al reducir los niveles de cortisol, el ejercicio puede ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.

El ejercicio también puede mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo, lo que puede reducir la ansiedad social y mejorar la salud mental en general. El ejercicio regular puede ayudar a las personas a sentirse más en control de sus vidas, aumentar su capacidad para manejar el estrés y mejorar su calidad de vida.

12. LIBERACIÓN DE HORMONAS DEL CRECIMIENTO

La liberación de hormonas del crecimiento son importantes para el crecimiento y reparación de tejidos en el cuerpo. Las hormonas del crecimiento son producidas por la glándula pituitaria y son importantes para el crecimiento óseo, la formación de músculo y la reparación de tejidos.

Durante el ejercicio, el cuerpo experimenta un aumento en la producción de hormonas del crecimiento. La intensidad y la duración del ejercicio pueden afectar la cantidad de hormonas del crecimiento liberadas en el cuerpo.

La liberación de hormonas del crecimiento durante el ejercicio puede tener varios efectos beneficiosos en el cuerpo. Por ejemplo, puede ayudar a aumentar la masa muscular, mejorar la densidad ósea y la salud de las articulaciones. También puede ayudar a aumentar la capacidad del cuerpo para quemar grasa y mejorar la función cardiovascular.

La producción de hormonas del crecimiento también puede ser importante para la recuperación y la reparación de lesiones.

13. MEJORA DEL SUEÑO

El ejercicio físico también puede tener un impacto positivo en la calidad del sueño. En general, se ha encontrado que el ejercicio reduce el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejora la duración total del sueño. Además, puede ayudar a reducir la somnolencia diurna y mejorar la calidad del sueño.

Existen varias teorías sobre cómo el ejercicio puede afectar el sueño. Por un lado, se ha propuesto que el ejercicio podría reducir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez puede mejorar la calidad del sueño. Además, el ejercicio puede ayudar a regular los ritmos circadianos del cuerpo, lo que puede mejorar la sincronización del sueño.

También se ha sugerido que el ejercicio puede mejorar la producción de ciertas hormonas que están relacionadas con el sueño. Por ejemplo, la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño.

 

No sé si te parecen suficientes razones, pero como fisioterapeuta y como paciente, puedo asegurarte que es lo que mejor funciona si quieres resolver el problema a medio y largo plazo, incluso a corto plazo.

Como sabes, nunca es un buen momento para empezar, así que empieza YA, empieza a responsabilizarte de la lesión y a trabajar en poner soluciones. Aquí podrás encontrar material para ayudarte en tu recuperación.

¡Basta de excusas y a trabajar!

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