Lo que no te han contado sobre la Condromalacia Rotuliana

¿QUÉ ES LA CONDROMALACIA ROTULIANA?

Si voy a hablar única y exclusivamente sobre la condromalacia rotuliana, no puede faltar el artículo donde aborde: qué es la condromalacia rotuliana. No obstante, quiero darte una versión distinta de toda la información que puede que hayas recogido hasta ahora.

Seguro que habrás leído y escuchado siempre la misma canción: degeneración del cartílago, mala alineación, deposición de cristales, sobrecarga y seguro que más palabrejas como valgo dinámico, maltracking de la rótula y síndrome del dolor femoropatelar. Y la cosa no va desencaminada, pero seguro que estarás confundido/a y no sabrás muy bien qué es lo que le sucede a tu rodilla con exactitud.

Dolor de rodilla

Es importante conocer la causa del dolor y su fisiología (cómo funciona el dolor) para que puedas recuperarte de cualquier lesión. Y eso es lo que pretendo hacer con este artículo, dar una explicación de qué es la condromalacia rotuliana y de por qué te duele la rodilla.

Vamos a empezar destripando el significado de condromalacia rotuliana o condropatía rotuliana o patelar (es lo mismo). Si nos fijamos objetivamente en el nombre, su significado literal sería: enfermedad del cartílago de la rótula.

El significado literal puede sonar muy catastrofista, quedémonos en que se trata de la afectación del cartílago de la rótula. ¡Y no necesariamente hay desgaste o lesión!

Pero entonces… ¿Qué es lo que le pasa al cartílago?

¿Realmente tengo una degeneración del cartílago?

Podría ser que hayas hecho pequeñas lesiones, o “simplemente” que tu cartílago no sea capaz de resistir las demandas a las que lo estás sometiendo y lógicamente, el cerebro para protegerlo, produce la sensación de dolor para que hagas algo al respecto. Es por eso que es importante fortalecer el cartílago con ejercicios de fuerza, es un tejido adaptativo y se hará más resistente a las demandas a las que lo expongas. 

Conozcamos un poco más el cartílago y el dolor…

Rótula o patela

CARTÍLAGO Y DOLOR

Explicar la fisiología del cartílago da para redactar otro artículo entero, pero sí quiero mostrarte algunos detalles.

¿Sabías que en el cartílago no hay nervios? ¿Cómo es posible que sea la causa del dolor si no hay nervios que recojan la información de lo que sucede?

Imagino que te duele la rodilla al hacer esfuerzos, pero ¿sabías que las compresiones intermitentes es lo que necesita el cartílago para que se nutra y se recupere?

Además, cualquier persona mayor de 70 años tiene desgaste en cualquier articulación y no todas las personas de 70 años tienen dolor en todo el cuerpo.

Es importante que sepas lo siguiente… DOLOR NO ES IGUAL A DAÑO. Y viceversa, por tener daño no necesariamente debes sentir dolor.

Vale ok, entonces ¿por qué me duele la rodilla? Te preguntarás.

Pues bien, hay otras estructuras que sí tienen muchas terminaciones nerviosas, por ejemplo, la membrana sinovial, el hueso subcondral, la cápsula articular, músculos y ligamentos.

En estas terminaciones nerviosas hay muchos receptores recogiendo información de lo que sucede en la rodilla. Cuando el cartílago sufre cambios bruscos, los receptores de estas estructuras cercanas envían nocicepción (señales de alarma) al cerebro. El cerebro hará una interpretación de lo que sucede, llegando a la conclusión de que hay una amenaza y su respuesta para protegerte, será dolor.

Además, hay otras respuestas, como la inhibición muscular del cuádriceps, en concreto del vasto medial, músculo crucial para tu recuperación.

La nocicepción no solo llega desde los tejidos, tus creencias y pensamientos también pueden provocar señales de alarma que acaben dando como respuesta: dolor.

También puedes preguntarte, ¿por qué no les duele la rodilla a todas las personas mayores? Si bien es cierto que sufren desgaste del cartílago, el cerebro no lo interpreta como una amenaza, seguramente porque se trata de un proceso lento que entra dentro de lo normal. El problema es cuando existe un daño o una sobrepresión en un lapso de tiempo más corto que el cerebro pueda interpretar como amenaza.

Cartílago a nivel celular
Vista del cartílago a nivel celular

¿Cómo se genera este daño o sobrepresión?

Pueden existir varias causas y lo habitual es que estén combinadas entre sí. Explicarlas daría para otro artículo, dicho artículo lo puedes leer aquí.

La mala alineación, la sobrecarga, el valgo dinámico, etc. Son causas que pueden llevar a desarrollar una condromalacia rotuliana, es decir, son causas que pueden provocar sobrepresión y el reblandecimiento del cartílago pudiendo llegar a hacer microlesiones.

Que quede claro que la mala alineación, que es una causa a la que se le achaca mucho el problema, no es un factor determinante en la mayoría de los casos. En especial la mala alineación estática o mejor dicho, anomalías morfológicas (ángulo Q aumentado, rótula alta, la morfología de la rótula o la de la tróclea femoral, genu valgo, etc.), teniendo en cuenta que la condromalacia rotuliana es un problema dinámico. Son factores de riesgo que hay que tener en cuenta y controlar, en especial aquellas personas que lo tengan exagerado. Para tu despreocupación, estos casos no representan la mayoría de la población.

Ejercicio para Condromalacia Rotuliana
Activación del glúteo medio en sentadilla

CÓMO FUNCIONA EL DOLOR

El cerebro recibe información constantemente de todo lo que pasa en el cuerpo, no solo del cartílago, también de tus pensamientos y creencias, de lo que percibes con la vista, de procesos hormonales, inmunitarios, etc. Con toda esta información llega a una conclusión y genera una respuesta. Cuando esta respuesta es dolor, se debe a que ha llegado a la conclusión de que estás en peligro. 

Cuando el cerebro siempre da como respuesta la sensación de dolor, se depositan más receptores esperando a recibir más señales de alarma para enviar al cerebro, esto es un mecanismo de protección, el cuerpo está en alerta, está más sensibilizado. Cuando permaneces en un estado de protección y de dolor permanente, este sistema se sensibiliza aún más y cualquier movimiento puede provocar dolor, incluso el reposo. Aunque ya no haya daño y los tejidos se recuperen, todo este sistema de protección sigue ahí, es por eso que cuesta tanto deshacerse del dolor. Podríamos decir que el sistema nervioso ha quedado alterado. Este proceso es aplicable a cualquier dolor crónico, probablemente no haya daño, pero sí dolor.

Por eso puede llegar a ser tan desesperante. No sabes por qué, pero BANG, el dolor aparece.

El mejor remedio es el movimiento y las contracciones musculares sin llegar a producir una respuesta dolorosa. Suena fácil, pero no lo es.

De hecho, es un problema en el que se suele formar un círculo vicioso: se produce la lesión o las primeras sensaciones de dolor. Probablemente, los primeros días o semanas no hagas mucho caso, hasta que te das cuenta de que el dolor no cesa o siempre está ahí según el gesto o actividad que hagas. Decides ir al médico y tachán… Condromalacia rotuliana. En la mayoría de los casos, el médico te lo pinta mal o con una narrativa un tanto desacertada y catastrofista: degeneración del cartílago. A partir de aquí, tus creencias y pensamientos en torno a la lesión juegan un papel importante, ya que influyen en el dolor y en cómo te comportas con tus rodillas. El cuerpo no es frágil y tampoco el cartílago, el cual necesita de compresiones para estar sano. Decides hacer reposo o ejercicios que son casi equivalentes a hacer reposo. El reposo favorece aún más una de las causas, debilidad muscular (depende del caso, a veces el reposo puede ser beneficioso). ¿Qué sucede? Que después de haber hecho reposo y/o ejercicios inútiles, te sigue doliendo la rodilla e incluso puede que más o con más facilidad, y ahora actividades tan cotidianas como andar o estar de pie, ya te causan dolor. Los tejidos se vuelven menos resistentes y son más susceptibles de envíar señales de peligro al cerebro que obtendrán como respuesta dolor.  En este momento, llegas a un punto de desesperación porque no sabes que hacer, dado que hagas lo que hagas, te provoca dolor. Así es como se acaba volviendo crónico y cada vez va a más. En los peores casos duele hasta que te toquen la rodilla

También existe el caso contrario, el que en vez de hacer reposo, te machacas más, ya sabes, no pain no gain. Sucede algo similar, se acumulan más receptores debido al incremento de las señales de alarma y el dolor. Además, el cuádriceps empieza a inhibirse como respuesta para proteger la rodilla (también sucede en el caso anterior). Provocas dolor, el cerebro deposita más receptores, estos se vuelven más sensibles a las señales de alarma, se produce la inhibición del cuádriceps como respuesta y más sensación de dolor (mira que bien la frase de no pain no gain). Hasta que te rindes y sucede lo del párrafo anterior o decides hacer las cosas bien.

Pendiente hacia la cronicidad
Este gráfico refleja cómo el dolor gana la partida y el nivel de actividad cada vez es menor. Imagen extraída del libro: Explicando el dolor de David Butler et al.
Ascenso - caída
Esta sería la representación gráfica del no pain no gain. Debido a un exceso de actividad, se sufre una reactivación del dolor que te deja tirado horas o incluso días. Con el tiempo el nivel de actividad va decreciendo. Imagen extraída del libro: Explicando el dolor de David Butler et al.

Ah! Es posible que cuando te hayas sentido más estresado/a o con malestar emocional, aparezca el dolor. Esto es debido a que estos estados, provocan la liberación de ciertas sustancias que acabarán enviando información al cerebro y favorecerá la respuesta dolorosa. 

Si tienes la menstruación, es posible que también te aparezca el dolor. Esto se debe a la bomba de hormonas que se producen en tu cuerpo. Algunas de esas hormonas son potenciadoras del estado de protección.

Estrés

En resumen…

La condromalacia rotuliana es una lesión en la que el cartílago de la rótula sufre un reblandecimiento o pequeñas lesiones (las grandes lesiones suelen ser debidas a traumatismos) debido a diferentes causas. Es una lesión que en la mayoría de los casos acaba siendo crónica (el término crónico también es un poco catastrofista, dejémoslo en que es difícil desprenderse de ella).

En el cartílago no hay nervios, por lo que otras estructuras vecinas que también se ven comprometidas en este proceso, en especial la membrana sinovial, envían señales de alarma al cerebro, obteniendo como respuesta: dolor.

El cerebro con toda la información que recibe, no solo de tu rodilla, también de tu vista, tus pensamientos, tus expectativas, tus creencias, las narrativas de los profesionales de la salud a los que acudes, etc. Hace una interpretación de lo que sucede llegando a la conclusión de que tu rodilla está en peligro. Para protegerla, produce la sensación del dolor entre otras respuestas, como la inhibición artrogénica del cuádriceps.

El dolor es muy complejo… Por lo que no hacer nada o hacer mucho puede empeorar el problema.

El mejor tratamiento consiste básicamente en moverse y entrenar la fuerza, pero de manera muy consciente y controlada, ya que puedes favorecer a que aparezca el dolor y entrar en el círculo vicioso. 

¡Espero que te haya servido de ayuda!

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